01-V-2022
Querida Iratxe.
Ha pasado ya un año desde que te secuestraron. Tu noticia me pilló de acantilados, en pleno trasplante de corazón, todo puteado porque no encontraba la piedra adecuada.
Ha sido un año de rabia continua, me he vaciado a llorar, llevarme al límite para reventar, sensación constante de injusticia, como el día que te fuiste, esos que debían estar de ángel de la guarda un 1 de mayo, se pasaron los servicios mínimos por el arcoiris.
Como intuíamos, mi responso por tu persona sentó como el culo a los de las alas de ahí arriba, así que experimenté el puto castigo divino: en un maravilloso año, he descubierto lo que es una bacteria resistente, una contaminación de laboratorio, 5 diagnósticos erróneos, 7 antibióticos diferentes —9 contando repes—, un posible —luego seguro— efecto adverso que casi me deja cojo…no me imagino lo que les habrá hecho el amigo Zelenski.
Tb. he descubierto la industrialización del amor: todas a 2 bandas —digo "todas" porque es el que me toca—, al principio lo veía como una mezquindad, con el tiempo me he dado cuenta que no es personal —son las prisas—.
Un año en el que he re-descubierto el castigo como mecanismo de relación. No el castigo pedagógico del tirón de orejas por dejar caer el móvil de tu hermano por la ventana. No. El castigo gratuito, el que recibe uno por no cumplir expectativas, por intolerancia y falta de apertura, por prejuzgamiento, que te sobreviene y no entiendes por qué. Como nos pasó contigo —putos alados meapilas—.
Cuando comenzaba a recuperar la ilusión y mi zombie corazón recuperaba el latido —hasta quité al tío cabreado rompiendo el bajo de mi perfil y puse una foto con carabueno— pues nada: la sobredosis. Más de lo mismo.
Me ha ayudado a entender muchas cosas del pasado, muchas reacciones. Y ya no pierdo el tiempo, yo tb. he industrializado las relaciones, si me castigan y no he hecho nada: puerta; y si la he cagado pido perdón. ¿No es tan difícil no?
Pero sobre todo he recuperado una actitud: tomarnos las cosas con humor. Sonreír.
Y mira, esta semana he llorado otra vez, pero de emoción: se nos casa Itzi, amor a fuego lento, sin prisas, "want to believe". Bueno, y que por fin me voy a cobrar todos los Jägermeister que me debe.
Pues eso Iratxe, que sigo pensando igual que hace 1 año, que ha sido una puta injusticia, y por coherencia y aun a riesgo de volver a padecer otro año de tortura divina, diles de mi parte que ahora entiendo de dónde viene la expresión tienen un montón de pluma.
Te echamos de menos